Daba la casualidad que en la misma noche y en un radio de pocos metros tocaban Nacho Vegas por un lado y el curioso experimento de Matthew Caws y Juliana Hatfield, Minor Alps, por otro. Algunos corrieron para no perderse las dos citas (aunque Vegas tiene un par de noches más en nuestra ciudad). Aunque Hatfield lleva desde mediados de los ochenta creando música, ya sea en alguna banda o en solitario, las de esta semana están siendo las primeras actuaciones que ha dado en España en su carrera. Matthew Caws necesita menos presentación: cantante y líder de Nada Surf con cara de eterno adolescente, maneras dulces y voz acorde a éstas. Juntos forman Minor Alps, un tierno experimento musical que nace entre Cambridge (Reino Unido) y Cambridge (Massachusetts) que por ahora solamente cuenta con un disco publicado y que mezcla de manera magistral la sensibilidad pop del segundo con el tono folk y algo más alternativo de la primera. Estos días andan presentando sus canciones por nuestro país y anoche le tocó a Madrid, en una Sala El Sol bastante abarrotada. Puedes ver una selección de las fotos que hicimos en nuestra galería de Flickr o al final del post.
Juliana Hatfield durante la actuación de Minor Alps en la Sala El Sol
Como viene siendo habitual en El Sol, el evento empezó bastante tarde, sobre todo para quien tuviera que trabajar hoy (ayer era festivo en Madrid). A las 22:30 los madrileños YAY (Hilda Hund y Alfonso Herrero) se subieron al escenario para amenizar la espera a los que llegamos pronto. Reconozco que jamás había oído hablar de esta gente y ni siquiera estaban mencionados como teloneros de Minor Alps por ningún sitio, pero me causaron una impresión muy positiva. Para empezar, una elección magistral para telonear a Caws y Hatfield, pues esta pareja también desarrolló un set acústico en en que el influjo de Juliana Hatfield se hacía patente con cada nueva canción. Algo parecido a folk, sí, pero bastante más complejo y con unos ricos arreglos de guitarra que hizo de la espera algo mucho más dulce de lo esperado. La verdad es que últimamente cada vez soy menos receptiva con los teloneros, pero en esta ocasión la promotora lo clavó al elegirlos y ellos completaron un magnífico set que hizo que la espera se pasara en un periquete. Por ahora solamente cuentan con un disco, We Never Know How The Day Will End (2012) (aquí en Spotify) pero anoche presentaron varias canciones que, según dijeron, se incluirán pronto en un nuevo trabajo.
Hilda Hund and Alfonso Herrero (YAY) antes de la actuación de Minor Alps
Como decía, Matthew Caws y Juliana Hatfield se subieron al escenario de La Sol con el aforo bastante cubierto de gente y con poco más que un par de guitarras, un pequeño sintetizador y un ordenador desde el que lanzar las percusiones que utilizaban puntualmente. Se interpretó Get There (2013) prácticamente completo, pero la cosa no quedó ahí: el setlist incorporó un buen puñado de temas de los dos artistas en solitario haciendo, como cabría esperar, las delicias de los numerosos fans de Nada Surf que allí se encontraban (de hecho Caws recordó que fue en esa misma sala, El Sol, en la que Nada Surf tocó en Madrid, allá por 1996 e indicó que su popular banda comenzará a grabar un nuevo disco este verano); así como un par de versiones bastante sorprendentes. De este modo las canciones que han compuesto de manera conjunta se enlazaron hábilmente con su propia producción, dando lugar a una actuación de algo más de hora y cuarto completamente acústica pero dinámica, variada y emocionante.
Un poco fríos, tal vez, al principio en su interacción con el público, que parecía muy emocionado de poder ver a estas dos formas de hacer y entender música interactuar y tejer un delicado juego de voces y canciones de manera habilidosa, como sus dilatadas trayectorias les permiten. Pero el concierto no fue corto y entre las palabras de español que Caws habla y la (alucinante) timidez de Hatfield poco a poco fueron conectando con la audiencia. A base de eso y, obviamente, del setlist, cuidadosamente elegido: pronto ventilaron los cuatro primeros temas de Get There y empezaron a tirar de canciones de Juliana Hatfield. Reconozco que la discografía de esta mujer es tan extensa que no conocía todas las que se interpretaron, pero me causó tremenda impresión Such A Beautiful Girl. No obstante, el público brilló de felicidad cuando se empezaron a distinguir los acordes de una de las canciones más bellas de Nada Surf, Inside Of Love. También hubo tiempo para las versiones, muy variadas, que fueron desde Robyn Hitchcock (Airscape) hasta clásicos ochenteros como el Bette Davis Eyes de Kim Carnes.
Matthew Caws como parte de Minor Alps en la Sala El Sol
La combinación de los dos estilos quedó bellamente implementada, y la verdad es que el contrapunto de las dos voces, la de Caws siempre juvenil y dulce y la de Hatfield perfectamente asentada en el complejo tono del country femenino estadounidense, funcionaba a la perfección no solo en las canciones de Minor Alps, sino que aportaban un puntito muy especial a las canciones externas a la banda que interpretaron (personalmente me encantó descubrir el toque de calidez que le aportaba la voz femenina a los temas de Nada Surf que se interpretaron). De las canciones que se interpretaron de Get There me quedaría con I Don’t Know What To Do With My Hands, a mi gusto el mejor corte del disco y que funcionó como un reloj sobre el escenario, con sus numerosas inflexiones y cambios de estilo y el depurado trabajo de los dos vocalistas, sobre todo en sus últimos compases.
Firmaron Minor Alps, como se puede comprobar, una actitud delicada y memorable, sin grandes extravagancias y si necesidad de hacer nada del otro mundo, pero con buenas dosis de sencillez y profesionalidad y la seguridad de defender un setlist repleto de canciones, francamente, bellísimas. Veremos si el proyecto Minor Alps se queda solamente en un disco o si podremos volver a ver a estos dos artistas juntos en el futuro.
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